4.3.15

Mediación intercultural

PRINCIPIOS Y PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS DEL MEDIADOR INTERCULTURAL

1. CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD:

El trabajo que realiza el mediador parte del conocimiento de la realidad. Lo ideal es que sea capaz de adelantarse a los acontecimientos de forma que se haga posible uno de sus objetivos, que es la prevención del conflicto.

2. LEGITIMACIÓN DE LAS PARTES:


Al salir al encuentro de los distintos agentes es fundamental escucharlos. Es llevar los principios de la mediación más allá de actuaciones puntuales para aplicarlos al ámbito comunitario en general: conocer las partes y escucharlas, rescatar lo que cada uno identifica como válido  y que deberán cambiar, legitimarlas, a través del «empowerment» o nivelación de las partes. Esto implica una visibilización de la población «minoritaria» para que también puedan expresar su visión de las cosas.

Es importante transmitir una buena aptitud de escucha. Se tiene que dar una actitud de apertura por parte del mediador hacia todas las partes para después facilitar la posibilidad de que entre todas se construya una nueva relación.

3. COMUNICACIÓN Y CONOCIMIENTO MUTUO:

    También es importante la búsqueda de la comunicación y el conocimiento entre las partes, como un primer paso para conseguir el acuerdo. No se trata de llegar a un acuerdo cuando el conflicto se ha hecho explícito, sino también de trabajar a través de ese conocimiento mutuo, de esa comunicación, en la prevención y en la construcción de la convivencia intercultural. Es un modo de desactivar estereotipos, prejuicios y miedos hacia quienes son diferentes a uno, de facilitar el diálogo y el entendimiento entre las partes, como base para una buena convivencia.

4. NEUTRALIDAD:

Un principio metodológico esencial paralelo a los anteriores es el mantenimiento de la neutralidad por parte del mediador con respecto a las partes, lo cuál implica un distanciamiento metodológico hacia las mismas. De este modo, el mediador no se posiciona de manera personal.

La neutralidad no se refiere sólo a no tomar partido en los casos de mediaciones en los que interviene, sino también a la caracterización de su propia figura: el medidor no es un gestor de recursos, sino una figura neutral que puede actuar de puente hacia el acceso a recursos o resolución de conflictos.

Por eso, la labor del mediador no consiste «en dar la solución» ante un conflicto, sino a servir de nexo entre las partes para que sean ellas mismas las que lleguen a una solución o consenso. Para ello, deben acceder a la mediación, de ahí la circulación con el principio de voluntariedad.

5. VOLUNTARIEDAD:

Para que la mediación se produzca, las partes que formen parte en el conflicto o problema tienen que acceder voluntariamente a que un tercero forme parte de este proceso. Si alguna de las partes se muestra en desacuerdo no se podría mediar.


6. EVITAR LA OCULTACIÓN DEL CONFLICTO:

El último principio es evitar la ocultación del conflicto. El mediador no debe caer en confundir la prevención del conflicto con evitar las expresiones que lo preceden. No se trata de evitar el conflicto, sino de gestionarlo y regularlo a través de su reconocimiento como forma de trabajar a favor de la convivencia, porque esto no significa ausencia de conflicto.

Como conclusión, podemos decir que se ha pasado de atender las necesidades de la población inmigrante de abordar la atención a casos desde la complementariedad con otros profesionales  a potenciar la actuación en el ámbito comunitario.


MODELOS DE MEDIACIÓN

Existen distintos modelos y formas de mediar en función del objetivo que persigamos, y sobre todo de la forma en la que actúe el mediador ante el conflicto y con las partes implicadas:

1) Modelo del control por el mediador:

El mediador puede convertirse en árbitro si piensa que las partes están bloqueadas y son incapaces de crear un acuerdo por sí mismas. El riesgo de este modelo es que el mediador pase demasiado rápidamente al arbitraje, induciendo a los disputantes a no tener paciencia sin realizar su trabajo empeñoso con ellos para crear una amplia gama de soluciones.

2) Modelo Intervencionista:

Realiza el papel poderoso de la mediación. Este modelo asume la responsabilidad de defender los mejores intereses de las partes no representadas en el conflicto. En este caso, se desarrolla sobre todo la mediación en conflictos.

El mediador evalúa las opciones de los disputantes, crea opciones adecuadas y mueve a las partes a la dirección deseada. El mediador no puede pasar al arbitraje en caso de bloqueo, pero ejerce un control sobre el proceso, y debe tener cuidado de no desarrollar un rol confrontativo con los disputantes.

Esta mediación no asegura una comprensión total de su papel y la plena exposición de las cuestiones que dividen a las partes. Sin este compromiso no pueden realmente saber si la mediación resuelve los problemas o crea otros nuevos.

3) Modelo del control por los disputantes:

El mediador trata de facilitar un acuerdo que ellos mismos controlen. Se tiene la opción de pasar al arbitraje y no le interesa proteger a ninguna parte potencialmente afectada por el desenlace. Simplemente, ayuda a los disputantes a crear el acuerdo que ellos consideren apropiado.

A diferencia de los modelos anteriores, este es más neutral con respecto a la distancia de poder. Sigue a cargo de un proceso que alienta el conflicto abierto y encuentra su legitimidad en alguna clase de autoridad centralizada.

4) Modelo de desarrollo relacional:

Se centra menos en cuestiones que implican tareas específicas, y más en abordar problemas de relación relacionados con la confianza, el control y la afiliación. El mediador relacional busca una comunicación abierta entre las partes para explorar las divisiones relacionales y el modo de hacerlas a un lado, a fin de centrarse en las cuestiones legales. Este modelo reduce la distancia de poder entre el mediador y los disputantes.

Sin embargo, como el modelo promueve la discusión, no es fácil que se evite el conflicto. También genera alguna incertidumbre al encarar abiertamente el conflicto y pedir a las partes que asuman riesgos y cambien su conducta relacional recíproca.

Otra descripción de los modelos de mediación es la realizada en Estados Unidos. En este modelo se reflejan tres líneas de pensamiento con distintas epistemologías, más centradas en la forma de mediación que en el propio papel del mediador (como en el modelo anterior). Podríamos decir, que este modelo es más acertado y legitimado por la mayoría:

1) Modelo Tradicional - Lineal de Harvard:

En este caso, la comunicación es entendida en sentido lineal, consistente en dos individuos que se comunican cada no con su contenido y el otro escucha. Aquí, la función del mediador es ser un facilitador de la comunicación para poder lograr un diálogo que es entendido como una comunicación bilateral efectiva centrada en lo verbal.

El conflicto tiene una causa que es el desacuerdo. No se tienen en cuenta que son muchas las causas que pueden haber llevado al conflicto.

El método que se utiliza se basa en:

-    Aireación del conflicto por las partes.
-    Neutralidad del mediador.
-    Ir del caos al orden.

Las metas que se quieren lograr:

-    El acuerdo.
-    Disminuir las diferencias entre las partes.
-    Aumentar las semejanzas y los intereses.

A modo de conclusión, podríamos decir que este modelo está centrado en el acuerdo, sin tomar en cuenta las relaciones entre las partes sino el contenido de la comunicación, por lo que no intenta modificar las relaciones entre ellas.


2) Modelo Trasnformativo de Bush y Folger:

Parte de los nuevos modelos comunicacionales prestando mucha atención al aspecto relacional.

Se trabaja para lograr:

-    El empowerment, entendido como potencionamiento del protagonismo, de algo que se da dentro de una relación.
-    El reconocimiento del otro como parte del conflicto.

Por lo tanto, las metas a seguir son:

-    Modificar la relación entre las partes.
-    No importa si se llega a un acuerdo o no. No se centra en la resolución del conflicto sino en la transformación relacional.

3) Modelo Circular - Narrativo:

La comunicación es entendida como un todo en el cual están dos o más personas y el mensaje que se transmite. Incluye elementos verbales y no verbales. No hay una causa única que produzca un determinado resultado, sino que existe una causalidad de tipo circular que se retroalimenta.

Su método:

-    Aumentar las diferencias.
-    Legitima a las personas dando un lugar a cada uno dentro de la situación.
-    Cambiar el significado para construir una historia alternativa.
-    Creación de contextos.

Las metas que queremos conseguir son:

-    Fomentar la reflexión.
-    Cambiar el significado.
-    Transformar la historia que traen en la sesión.
-    Lograr un acuerdo.

Este modelo está interesado en las relaciones y en el acuerdo.










Duración: 200 horas. Un año para realizarlo, sin tiempo mínimo ni maximo.
MATRICULA
ABIERTA

DIPLOMA acreditativo, con nº de horas, contenidos desglosados y calificacion

Material didáctico:- Guia Didáctica.
- Manual, 406 págs.

 
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